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El fabricante germano BMW acaba de lanzar la tercera generación de su Serie 6, un coche deportivo de 2+2 plazas con unas dimensiones de 4,89 metros de longitud, 1,37 de alto y 2,08 de ancho. Disponible en dos versiones, Coupé y Cabrio, continúan la línea -actualizada, claro está- de automóvil de altas prestaciones, diseño atractivo y equipamiento y habitáculo exclusivos que ya tenía su predecesor.
Sin entrar en la subjetividad del atractivo de su diseño, la Serie 6 se distingue por tener un maletero de considerable capacidad: 460 litros (350 en la versión Cabrio). Aún así, su largo capó que desplaza hacia atrás al habitáculo y los cortes de sus líneas expresan elegancia a la vez que insinúan el potencial deportivo del coche. El chasis es completamente nuevo, y cuenta con servodirección electromecánica; en opción puede ser equipado con la dirección activa integral, que actúa sobre el eje trasero mejorando comportamiento y maniobrabilidad.
Para complementar el equilibrio entre dinamismo y comodidad cuenta con el Dynamic Driving Control, sistema que incide en acelerador, respuesta del motor, dinamismo de la caja de cambios, dirección, suspensión así como en el control electrónico de estabilidad a través de sus tres modos: Normal, Sport y Sport+. Por si no fuera poco, si se añaden elementos como el control dinámico de la suspensión o el Adaptative Drive, las posibilidades de control del vehículo casi se hacen infinitas.
Los frenos “no están solos”: apoyados por el control dinámico de estabilidad, incluyen sistema antibloqueo, asistencia de frenado en curvas, ayuda al arranque en pendiente, etc., y hasta un modo de compensación de fatiga. Se esconden detrás de unas llantas de aleación de 17″ (con motor 640i) o de 18″ (650i).
En el habitáculo se puede encontrar (o añadir como opcional) prácticamente todo lo que se nos pueda ocurrir para conducir lo más cómodo posible: climatizador de dos zonas, volante multifunción con regulación eléctrica, sensor de lluvia y luces, control de crucero, equipo de audio de alta fidelidad Bang & Olufsen, proyección sobre el parabrisas (Head-up Display), ayuda para estacionar (Park Assist), función de vista panorámica (Surround View) y de visión nocturna (Night Vision), navegador Professional, etc. además del excepcional servicio de movilidad BMW ConnectedDrive.
Debajo del capó la oferta está “limitada” a dos mecánicas de gasolina, lo que no quita para que sea suficiente. El motor pequeño (640i) es un seis cilindros de tres litros turboalimentado y con inyección directa que ofrece 320 CV de potencia y un par motor máximo de 450 Nm entre 1.300 y 4.500 rpm; tiene la velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h y acelera desde parado a 100 km/h en 5,4 segundos, lo que no es óbice para tener un consumo medio contenido teniendo en cuenta el tipo de vehículo que es: 7,7 l/100 km/h (emisiones de CO2 de 179 g/km). La otra opción (650i) es un ocho cilindros en V igualmente turboalimentado y con inyección directa que cubica 4,4 litros; su potencia máxima es de 408 CV y el par motor de 600 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y tiene un consumo medio de 10,4 litros cada 100 km con emisiones de CO2 de 243 g/km.
Ambas mecánicas cumplen con la norma Euro 5 (aunque los consumos varían algo dependiendo de si la carrocería es cupé o descapotable) y transmiten la fuerza a las ruedas a través de una caja de cambios automática de ocho velocidades y están equipadas en función de la versión con numerosas soluciones de la tecnología EfficientDynamics de BMW, como el sistema de paro y arranque en detenciones momentáneas. La Serie 6 se fabrica en la planta alemana de Dingolfing, de donde también salen los modelos de las series 5 y 7.
