Con la nueva generación del BMW Serie 6, primero desembarcó la versión Cabrio, para más recientemente, ya meses después, darse a conocer la carrocería Coupé. Sin embargo, la gama todavía estaba bastante incompleta, pero eso tiene solución. En Otoño, todos los BMW Serie 6 recibirán más posibilidades de motor o equipamiento que incluirán un nuevo motor diésel 640d, versiones con estética deportiva M Sport o tracción integral xDrive.
De estas novedades, sin duda la más llamativa es el pack M Sport, que reforzará la imagen dinámica tanto del coupé como del descapotable. Estará disponible en forma de paquete opcional e incluirá diversos elementos de personalización exterior e interior, como las llantas de aleación de 19 pulgadas con diseño de cinco palos dobles, paragolpes delantero y trasero de nueva factura, asientos deportivos tapizados en Alcantara y cuero o volante y pomo de cambio M. Además, mediante las opciones BMW Individual se podrá ir todavía más allá en la personalización, abarcando más diseños de llantas, colores de pintura y acabados.
En lo relativo a motores, también se ampliará la gama, hasta ahora sólo compuesta de versiones de gasolina. Desde el incio están disponibles el BMW 640i (con el 3.0 de seis cilindros con turbo twin-scroll, 320 CV y 450 Nm de par máximo) o el BMW 650i (con el 4.4 V8 TwinPower Turbo con dos turbos, 407 CV y 600 Nm de par máximo), ambos motores muy prestacionales con 250 km/h de velocidad máxima limitada electrónicamente y aceleraciones que rondan los 5 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. Dentro de unos meses también se añadirá una versión diésel 640d, que probablemente consiga un buen porcentaje de las ventas del modelo.
Con el BMW 640d, que se ofrecerá tanto en versión Coupé como Convertible, no habrá que renunciar a unas prestaciones de escándalo (con toda seguridad sí habrá que ceder en cuanto a calidad sonora, sobre todo en la versión descapotable), manteniendo a la vez los consumos controlados. Pese a su denominación comercial, estamos hablando de un motor de 6 cilindros en línea, 2.993 centímetros cúbicos, 313 CV y un par máximo de 630 Nm entre las 1.500 y las 2.500 rpm. No desmerecerá frente al 640i, con una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h y un 0-100 km/h en 5.5 segundos, consiguiendo a la vez homologar un consumo medio de 5.4 o 5.5 litros/100 km.
Y para terminar, la versión más potente de la gama estará también disponible con tracción total. El BMW 650i xDrive Coupé tan sólo cambia en la forma de transmitir la potencia al asfalto con respecto a la versión estándar de propulsión, lo que le permite ser todavía algo más rápido al tener mejor tracción, rebajando una décima la aceleración de 0 a 100 km/h (quedándose ahora en 4.8 segundos) a la vez que también consume algo más, homologando 11.3 litros/100 km en lugar de los 10.6 litros/100 km de la versión con tracción trasera.
Fuente: BMW